
Mientras al menos cinco gerentes de comercios venezolanos eran acusados de usura por haber elevado precios ilegalmente, el Gobierno continuaba bajando los precios de electrodomésticos y llamaba a la calma a la población, que se agolpaba en tiendas de todo el país. Numerosos venezolanos seguían agrupándose al exterior de grandes tiendas de electrodomésticos esperando comprar algún producto tras la orden gubernamental de reducir los precios, lo que condujo al Gobierno a lanzar un llamado a la calma. La euforia fue tal que en la tienda Daka de Valencia (a 170 km al oeste de Caracas) se presentó un conato de saqueo, hecho por el cual han sido detenidos cinco hombres, informó el domingo la fiscalía.