Este 30 de noviembre finaliza la temporada de centolla en la región y ya comienzan a realizarse los primeros balances de la temporada, los que estuvieron marcados por el comienzo tardío y los bajos precios. Al respecto el director zonal de Pesca, Ricardo Radebach, señaló que “hemos conversado con la dirigencia de la pesca artesanal y ha sido una temporada díficil, por dos razones, la primera es que ha tenido un precio muy bajo, así que hay un gran descontento por parte de los pescadores artesanales de que no ha habido el alza esperada en los precios, como se produjo el año pasado que fue relativamente bueno. En segundo aspecto el tema meterorológico ha sido complejo, por la gran cantidad de días con viento, lo cual obviamente implica que se dan condiciones de puerto cerrado y quienes están en zona de pesca no pueden retornar”.
Al ser consultado por los plazos, la autoridad comentó que al igual que la temporada de pesca pasada la veda comenzará a partir del 1 de diciembre, es decir los pescadores podrán efectuar labores de pesca hasta el 30 de noviembre.
El año pasado tuvimos un desembarco récord de 5.300 toneladas, debido a que ahora tenemos mucha gente que se dedica a la centolla, sobre todo cuando otros recursos tienen problemas de mercado o baja rentabilidad es frecuente que se recurra a este producto, como elemento que salva la parte económica de la gente que se dedica a la pesca.
En los últimos cinco años se comenzó a pasar el umbral de las 3.000 toneladas. Una cifra que ya parecía alta y que luego fue sobrepasada, confirmando ello el crecimiento producto del aumento del esfuerzo pesquero. Además, en Porvenir aumentó el número de plantas pesqueras, a raíz de la Ley Navarino.
La estimación es que hay alrededor de 400 embarcaciones que participan en la extracción del crustáceo, con mil a mil 500 pescadores dedicados.