
Un bebé húngaro sobrevivió tres meses en el vientre de su madre en estado de muerte cerebral y a la que los médicos mantuvieron artificialmente con vida el tiempo suficiente para que el feto terminara de gestarse. La madre sufrió un derrame cerebral en la semana 15 de embarazo y quedó en ese estado, pero los médicos mantuvieron activas sus funciones vitales hasta que el pasado mes de julio el bebé nació por cesárea, tras siete meses de embarazo, informó ayer el diario “Népszabadság”. Durante 90 días, la gestación continuó con el organismo de la madre bajo estricto control, a la temperatura idónea y el riego sanguíneo activo.