Sin embargo, el imputado Juan Mansilla discrepa absolutamente de esta versión. Si bien pide públicas disculpas a los dueños del departamento a quienes rompió uno de los vidrios, dijo que jamás su intención fue robar. Explicó que horas antes estuvo bebiendo con unos amigos y que en un momento protagonizó una huida y que, como una forma de llamar la atención para que le prestaran ayuda, fue que destruyó el cristal.
Por eso pidió aclarar esta situación, “ya que en lo personal no tengo ninguna necesidad de andar robando”, y lo ocurrido le provocó un gran problema, sobre todo en el círculo familiar y laboral.