El silencio del “Calypso” y el recuerdo al capitán Cousteau

General
23/11/2013 a las 10:39
La historia dice que en el verano de 1972 la mítica embarcación realizó un viaje a la Antártica con fines documentales, previa escala en Ushuaia. Fondeó en Puerto Foster, Isla Decepción. Primero fue la trágica muerte de su primer oficial, quien fue alcanzado por el rotor del helicóptero, y luego una avería, la que obligó a Cousteau a dirigirse sin un motor hasta Punta Arenas, escoltado por la ATF “Yelcho” de la Armada de Chile.
“Estamos viajandó en el Calypsó”. Algo así, con acento francés, sonaba el relato de Jacques Cousteau, quien a través de sus aventuras nos embobaba en la televisión de los años ’70.
Pero qué fue de esa mítica embarcación, que recorrió los siete mares, que llegó hasta la Antártica y que escribió uno de sus capítulos en aguas magallánicas.
Hace unos días se conoció que esta embarcación se oxida en un astillero de Concarneau, Francia. Y la razón, no es más que una disputa entre los herederos del investigador francés y un astillero.
Ante tal situación, un grupo de aficionados al mar ha venido reuniendo firmas a través de Internet, con el propósito de rescatar la embarcación y convertirla en Patrimonio Nacional de Francia. En la página web www.change.org son casi 10.000 las firmas, las mismas que serán enviadas al Ministerio de Cultura y Comunicación.
La historia del “Calypso” se remonta a 1942, cuando fue lanzado al mar y asignado a la Royal Navy. Cinco años después comenzó a operar como ferry en Malta, hasta 1950, cuando a solicitud de Jaques Cousteau fue adquirido por el millonario Irlandés Thomas Guiness, quien se lo “alquilaba” a Cousteau a un franco por año, con la condición de no revelar el nombre del mecenas hasta su muerte.
Cousteau modificó la nave y la convirtió en buque de investigaciones oceanográficas dotándolo de laboratorios, gabinete fotográfico, una cámara de observación en el pie de roda, un heli-pad para un pequeño helicóptero, grúas y güinches hidráulicos y variado instrumental oceanográfico. Dos minisubmarinos con capacidad para operar hasta los 450 mts de profundidad, y amplio equipo de buceo, cámaras y fotografía submarina.
Durante los años ‘60 y ‘70 el “Calypso” se convirtió en un ícono de la investigación oceanográfica, a través de los numerosos documentales filmados durante sus viaje por todo el mundo.
En aguas chilenas
En el verano de 1972 el “Calypso” realizó un viaje a la Antártica con fines documentales, previa escala en Ushuaia. Fondeó en Puerto Foster, Isla Decepción.
Primero fue la trágica muerte de su primer oficial, alcanzado por el rotor del helicóptero, y luego una avería, la que obligó a Costeau a dirigirse sin un motor hasta Punta Arenas, escoltado por la ATF “Yelcho” de la Armada de Chile.
El 8 de enero de 1996 el Calypso se hundió en el puerto de Singapur, tras colisionar con una barcaza. El episodio estuvo rodeado de misterio e, incluso, se llegó a decir que se trató de un atentado. Un año después, falleció Jacques Cousteau. La embarcación fue rescatada y en 2005 pasó a ser propiedad de la Fundación Cousteau. En el 2007 se inició su reconstrucción en los astilleros Piriou, en la localidad francesa de Concarneau, la que luego de dos años fue suspendida por falta de financiamiento.
Hoy el astillero de Piriou reclama 2,5 millones de euros a la familia (the Cousteau Society), lo que ha frenado la vuelta a los mares del mítico “Calypso”.

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