Uno de los afectados dijo que lo que más le llamó la atención ocurrió el día en que lo fue a encarar y al cobrarle su dinero lo trató a él de “sinvergüenza”. Con la declaración del propio acusado, Juan Carlos Ojeda Soto, se inició ayer el juicio oral en su contra, quien es sindicado por la fiscal Wendoline Acuña como autor de cuatro hechos constitutivos de estafa.
En estrados, Ojeda reiteró a los jueces su inocencia, señalando que jamás su intención fue estafar a alguien. Esto fue ratificado por el abogado defensor, Guillermo Ibacache, para quien los hechos planteados en la acusación de la fiscal “son incumplimientos contractuales que, de acuerdo a la ley, son juicios civiles. Cuando una persona contrata a otra para realizar una obra ella no cumple, lo que está cometiendo es una infracción de naturaleza civil, que debe ventilarse en un juicio civil. Por eso digo que no deberíamos estar acá, en un juicio penal, porque acá no hay estafa”.
Acusación por estafas
En la acusación que presentó Wendoline Acuña en contra del “contratista”, pide dos penas: una de tres años y un día de presidio como autor de estafas reiteradas, y 541 días de cárcel por apropiación indebida; más el pago de dos multas de 20 UTM cada una ($ 1.629.240).
Una de las estafas data del 21 de marzo de 2012, cuando Ojeda ofreció sus servicios como contratista de obras menores a una persona, para instalar césped en su casa. “Sin embargo nunca tuvo intención de cumplir, sólo fingió ser una persona dedicada a esta actividad y con un equipo de trabajo a su cargo para convencer a la víctima de entregarle $250.000”, dinero que perdió “porque el imputado nunca realizó el trabajo”.
Dos meses después, en mayo, Juan Carlos Ojeda volvió a ofrecer sus servicios como contratista de obras menores. En la acusación se consigna que “la víctima fue engañada porque pagó para que le instalara una fosa séptica, un pozo de drenaje, gasfitería interior, además de instalar una estufa a leña y fabricar un pozo con sistema hidropac en su domicilio”. Convenció a la víctima para que le entregara $400.000 en dinero efectivo, además de cuatro cheques de $100.000 cada uno, de los cuales alcanzó a cobrar dos, lo que implicó un perjuicio económico para la víctima ascendente a $600.000 porque los trabajos no se realizaron.
En otra ocasión Ojeda ofreció a una mujer servicios de albañilería, a quien engañó con $1.400.000, porque nunca cumplió. Incluso la víctima adquirió herramientas que el acusado nunca le restituyó.
En octubre, el contratista volvió a la carga y engañó a dos víctimas a quienes comprometió la construcción de un muro divisorio, pidiéndoles $ 250.000 por adelantado, pero la obra tampoco la ejecutó.
Víctimas
Ayer declararon varias personas, entre ellas peritos de la Policía de Investigaciones, algunas víctimas y un trabajador que le brindó servicios a Ojeda pero no le pagó.
Carlos Soto Vargas declaró como afectado, a quien el acusado le cobró 500 mil pesos por un trabajo vendido, la construcción de un muro cortafuego. “Recuerdo que se veía una persona humilde, trabajadora y andaba con un crucifijo, pero solamente excavó una cuneta en la casa y nunca más lo vi”. Lo que más le llamó la atención ocurrió cuando un día, lo fue a encarar y al cobrarle su dinero, Ojeda lo trató a él de “sinvergüenza”.