Sólo en su debut le ganó a todas cintas de 2013: 48.902 espectadores en las 136 salas que la exhiben desde Arica a la capital de la Región de Magallanes. La calidad de la imitaciones es tal que a veces uno se confunde y piensa que ante nuestros ojos desfilan los auténticos personajes. “¿Cómo dice que dijo?”, la tradicional frase que por décadas Don Francisco inmortalizó en Sábado Gigante es una de las más reiteradas en la película “El Ciudadano Kramer”, la segunda del comediante Stefan Kramer.
La cinta, que muchas veces hace reír y llorar, apela al humor blanco y esa es una de sus grandes potencialidades, porque no recurre a lo banal. Pero a veces, especialmente en la primera media hora se torna lenta y ahí viene la comparación con su antecesora: “Stefan v/s Kramer”, que es mucho mejor. Sí, la cinta del año pasado en la que en un kiosco aparecía el Diario El Pingüino, tiene otros matices que la hacen superior.
Pero en esta segunda, la calidad de las imitaciones hace confundir al espectador. Personalmente creí estar frente al verdadero Carlos Larraín o ante el mismísimo Marco Enríquez-Ominami (MEO). Esos dos trabajos son de una alta calidad, tal como el de Matías del Río y Fernando Paulsen. ¡Espectaculares! No sólo en la entonación, sino también en el discurso de cada uno y en el aspecto físico. Gran trabajo.
Esta película le ganó a todos en su debut, con 48.902 espectadores en todo el país. Desde Arica a Punta Arenas. En nuestras salas locales también se pudo ver el estreno en forma simultánea a lo que sucedía en otras partes de Chile. Son 136 las salas que las están exhibiendo. Así se transformó en la más vista de 2013 superando a otros íconos como: “Rápido y Furioso”, “Iron Man” y “Turbo”.
Camilo Escalona, Pablo Zalaquett, José Antonio Gómez, Rodrigo Hinzpeter, Arturo Longton, Miguel y Sebastián Piñera, Iván Fuentes y fugazmente Michelle Bachelet, Evelyn Matthei y Franco Parisi, entre otros aparecen imitados por el comediante. De los originales se puede destacar la participación de Fernando Solabarrieta, Carlos Caszely, Mario Kreutzberger y Nicolás Massú, más algunos otros que no hablan pero sí tienen un rol participativo.
“¿Cómo lo hacen ustedes para conmoverse con la gente? ¿Para llorar?”, interroga Kramer a MEO en la cinta. Y ahí aparece el truco del Frescolatum. A propósito del ex candidato a la presidencia, el tics de remojarse los labios es una de las palanqueadas que le hace Kramer. En los últimos días el mismo MEO declaró que nunca se había dado cuenta de eso que hasta lo calificó de una erotización de su aspecto que se comprometió a mejorar.
A los políticos la cinta les debe dejar varias lecciones. A muchos los muestra tal cual son, hasta con análisis sociológico al respecto. Pero llama la atención cuando Miguel Piñera le asegura a Kramer que “gobernar es un show perrito”. Suena ofensivo, pero tiene un punto, porque un buen político entiende la necesidad de ser un buen actor.
Reitero que algo muy valorable es que pocas veces en la comedia chilena las carcajadas son motivadas por el humor blanco.
En “El Ciuadano Kramer” existe un personaje imitado, pero al mismo tiempo admirado: Iván Fuentes, reciente electo diputado por Aysén. Gran ganador con la película, porque lo demuestra como un político humano. De aquellos que no tienen reuniones a puertas cerradas, sino que privilegian otros aspectos fundamentales: cariño, entrega por lo que se lucha y abnegación provinciana. “Me vine caminando desde la Patagonia”, dice en una parte de la película y hasta sensibiliza.
Otro gran ganador es el ex ministro José Antonio Gómez, de quienl Kramer captura los tics, frases hechas y gestos, pero también su ideología y moral. Seguro estoy de que con esta película el radical va a tener mayor notoriedad pública que en todos sus años de senador o de ministro de Justicia.
Kramer debe ser el mejor imitador de la televisión chilena en décadas. Pero interesante sería verlo en chilenos de décadas anteriores. Con eso hasta nuestros abuelos reirían de verdad. ¿Se la podrá Kramer?.