
Por un lado están los murales, que es una imagen plasmada sobre un muro o una pared, y que cuenta con fondo, piezas y caracteres. Por otro lado, están los graffiti, que corresponden a manifestaciones sociales, a frases que apuntan a expresiones que pueden contener una crítica social o un pensamiento velado en relacionamiento a un hecho o persona.
Y una aclaración para el final: el talento del pincel del muralista y la mente creativa de un grafista, nada tienen que ver con la pereza mental y la intención dañina de los autores de lo que conocemos como rayados.