El prisionero palestino Samir Isawi, que se mantuvo en huelga de hambre durante más de 265 días para exigir su libertad, será liberado hoy en Isawiya, Jerusalén Este, de la prisión israelí en la que cumplía condena, según confirmaron fuentes oficiales palestinas e israelíes. “Samir Isawi será puesto en libertad hoy lunes, aunque aún desconocemos la hora o las circunstancias en que ocurrirá, dependerá de los israelíes”, comentó a EFE el viceministro palestino de Asuntos de los Prisioneros, Ziad Abu Ein. Por su parte, la portavoz del Servicio de Prisiones Israelí, Zivan Weizman, confirmó la excarcelación y aseguró no disponer de más detalles. La liberación tendrá lugar exactamente ocho meses después de que Isawi alcanzara un acuerdo con Israel mediante el cual su condena terminaría en ese plazo y bajo sus propios términos -ser liberado en su lugar de origen, Isawiya- después de protagonizar una huelga de hambre que le llevó al borde de la muerte tras más de 265 días sin ingerir nada más que agua, sal y vitaminas. “Mi única arma para ganar mi libertad” es como Isawi denominó a su huelga, que comenzó en agosto de 2012 para protestar las circunstancias en las que se produjeron su arresto y consiguiente juicio que le mantenía en prisión.
Samir fue detenido en abril de 2002 y condenado a 26 años de prisión por pertenencia a una organización considerada ilegal por Israel, además de por posesión de explosivos e intento de asesinato. En octubre de 2011 fue incluido en el histórico intercambio de prisioneros en el que 1.027 presos fueron excarcelados a cambio de la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, secuestrado durante cinco años por miembros de Hamás. Sin embargo, en verano de 2012 Isawi fue arrestado de nuevo, acusado de violar los términos de su liberación que prevenían su entrada en Cisjordania y fue juzgado en base a información secreta, lo que le impidió defenderse, según protestó. A lo largo de su huelga de hambre, en la que su peso llegó a bajar hasta los 45 kilos, las autoridades israelíes le ofrecieron diversas alternativas, como la posibilidad de exiliarse en Gaza o Europa, propuestas que rechazó.