
Los ciudadanos, de entre 20 y 40 años y que se encuentran desde hace un mes en ese Centro de Identificación y Expulsión, se cosieron la boca con el hilo que extrajeron de una manta, fueron inmediatamente atendidos por los trabajadores de las instalaciones.
La situación en esas dependencias es de tranquilidad, pero la acción de de los tunecinos ha reabierto en Italia el debate sobre las condiciones en las que viven los inmigrantes.
Según la actual ley de inmigración, mientras se estudian los documentos de los inmigrantes para una petición de asilo o se decreta su expulsión, éstos pueden estar hasta 18 meses retenidos en estos centros, cuyas condiciones, han denunciado en varias ocasiones las asociaciones humanitarias.
En el mismo centro donde se produjo el incidente, situado en el barrio romano de Ponte Galleria, se vivió en febrero de 2013 una revuelta en la que los inmigrantes prendieron fuego a los colchones y agredieron a los agentes de seguridad.
Esta protesta se produce después de la polémica que ha estallado en Italia tras la difusión en la cadena pública de televisión Rai2 de un vídeo en el que se puede ver cómo un grupo de inmigrantes desnudos es puesto en fila a la intemperie y fumigado para ser desinfectado de la sarna en el centro de la isla de Lampedusa.
“Estamos como animales enjaulados. Esto es peor que la cárcel. No es vida”, explica uno de los inmigrantes que viven hace meses en el CIE del barrio romano de Ponte Galeria.
La protesta de los inmigrantes se ha extendido también a la isla siciliana Lampedusa, donde cinco sirios han proclamado una huelga de hambre para hacer una llamamiento sobre sus condiciones.
Así ha informado el diputado italiano del Partido Demócrata (PD) Khalid Chaouki, de origen marroquí, que se encerró con carácter indefinido en este centro de acogida de inmigrantes.