De acuerdo a las estadísticas, la víspera de Navidad, el equipo médico atendió a 250 pacientes y al día siguiente, el 25, llegaron 260 personas a requerir algún tipo de atención médica. En todo caso, la cantidad es menor al promedio de un día normal, en que generalmente pasan por el Servicio de Urgencia 350 pacientes.
Para el festivo navideño, el 70 % de las consultas correspondieron a personas adultas y el 30% restante a niños. En lo que respecta a la toma de alcoholemias, la cantidad se mantuvo sin variación.
Además, Iñiguez destacó que no se registraron delitos mayores, como personas lesionadas de gravedad, sobre todo por arma blanca, salvo un par de heridas cortantes, pero de menor cuantía, “nada que haya requerido de cirugía u hospitalización grave”.
Consultado el médico jefe de la posta, si han percibido algún tipo de virus estomacal, dijo que nada especial y recordó que en esta época suelen aumentar las atenciones por dolor abdominal, vómitos y diarrea, “pero nada asociado a un cuadro viral especial, al menos no hemos percibido un brote”.
Para el año nuevo es probable que se repita la misma cantidad de atenciones. “Esperemos que el turno sea como lo fue para la Navidad”, señaló.
Sobre las patologías gastrointestinales, que aumentan en estas fechas y durante los largos fines de semana, es porque la gente suele incurrir en desórdenes alimenticios, lo que deriva en deshidrataciones, cuadros biliares y pancreáticos. Muchos de los casos son por la intolerancia a los alimentos, exceso de cierto tipo de medicamentos, o gente que sabiendo que no puede ingerir ciertos alimentos los consume igual. También se da por la falta de higiene o incumplimiento a la cadena de frío.