El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó ayer que cinco personas murieron de hambre en el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, sitiado por el Ejército sirio en Damasco. Este lugar, escenario de combates casi diarios que obligaron a decenas de miles de habitantes a huir, está bajo custodia desde hace un año y la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA) ya había dado la voz de alarma el 20 de diciembre.
“Cinco personas, entre ellas, un hombre anciano, una mujer y un hombre discapacitado, murieron de malnutrición y por falta de tratamientos necesarios”, dijo el OSDH. Estas muertes “son consecuencia del asedio impuesto por las tropas del régimen” del Presidente Bashar Al-Assad, señaló la organización.
Las condiciones de supervivencia en Yarmuk empeoran de manera “dramática”, dijo la agencia el 20 de diciembre, calculando que aún había 20 mil personas bloqueadas en el campamento.
“Si la situación no se soluciona pronto, puede que sea demasiado tarde para salvar las vidas de miles de personas, entre ellas niños”, advirtió.
Varias zonas rebeldes están sitiadas por el Ejército, como Moadamiyet al Sham, al sudoeste de la capital, donde varias personas habrían muerto de malnutrición.
La situación sanitaria llevó a los rebeldes de esta ciudad a anunciar el miércoles una tregua.