Frente a la denuncia del presidente de Universidad de Chile, José Yuraszeck en contra de Jaime Estévez, las reacciones en Universidad Católica no se hicieron esperar y respondieron con duros términos la acción del mandamás azul en relación a los hechos ocurridos durante el último clásico universitario. A través de un comunicado oficial publicado en la web cruzada, declararon que “La denuncia presentada por José Yuraszeck, Presidente del Club Universidad de Chile, en contra de nuestro Presidente, Jaime Estévez, se trata de un intento extemporáneo por empatar los hechos que lamentablemente ocurrieron en el último Clásico Universitario, los cuales a través de diferentes registros fueron expuestos ante la opinión pública y el Tribunal de Honor de la ANFP”, señala el Directorio Cruzados en el mensaje dirigido a la opinión pública.
El comunicado continúa y señala que “en dicho partido se exhibieron un conjunto de conductas anómalas que nunca fueron aclaradas por el club organizador, que indicaban la clara intención de presionar para modificar la decisión arbitral, entre ellas el regreso del Plantel de Universidad de Chile a la cancha, los anuncios por parlantes del Estadio y la decisión de impedir físicamente el acceso a los dirigentes de Universidad Católica, que pretendían pedir información oficial sobre la suspensión del encuentro, todo lo cual se vio posteriormente agravado por descalificaciones e injurias”.
Finalmente la respuesta de los dirigentes cruzados pone en duda las disculpas entregadas en su momento por Yuraszeck, al agregar que “la carencia de fundamentos de la denuncia presentada en contra de nuestro Presidente, agrava la falta por los actos antes mencionados e instala la duda de si las disculpas entregadas en su momento por parte de José Yuraszeck, eran sinceras.
La arremetida de Yuraszeck en contra de Estévez se basa en la demanda presentada por los “Cruzados" ante la ANFP acompañada de imágenes del Canal del Fútbol y entrevistas con testimonios del timonel azul con el objetivo de acreditar las supuestas injurias propinadas por el mandamás de la “U” tras la suspensión del partido entre los universitarios el 27 de octubre y que terminó en un guerra de declaraciones entre los dirigentes.