El Parque Chabunco fue uno de los más concurridos y el cordero al palo el asado preferido. A pesar de la baja temperatura registrada en la madrugada de ayer, muchas familias magallánicas visitaron desde temprano distintas zonas de la región para celebrar la llegada del nuevo año.
Por ejemplo, hasta el Parque Chabunco concurrieron numerosas personas a las que se les vio en torno a las parrillas.
Mila Cuevas llegó poco después que los hombres de su familia, cuando ya estaban avanzados los preparativos.
Explicó que su esposo concurrió temprano para conseguir un buen lugar para establecerse y encender el fuego, porque había que conseguir un lugar bueno y cómodo.
Agregó que para el Año Nuevo generalmente visitan Chabunco y ponen a cocinar un corderito con papas, lechuga, tomate, harta ensalada y los acompañamientos chimichurri y pebre.

Celebraciones
Raúl Gómez cocina asados hace 20 años junto a su familia. Comenta que desde que era pequeño disfrutaba el Parque Chabunco, que es la “única picada que tengo, es mi pasión, porque es muy bonito. Lo importante es pasarlo bien y compartir con la familia”.
Agregó que para esta fecha, siempre hacen una parrillada que incluye cordero y cazuela a la chilena.
El clan de Vladimir Haro también partió el año con un “pequeño asadito, junto a la familia para empezar el año nuevo y con tener buena vibras.
Haro comentó que generalmente se dirigen hacia San Juan para compartir en familia, pero en esta ocasión prefirieron Chabunco porque San Juan está completamente lleno, así que decidieron cambiar de lugar, además que el clima no acompañaba mucho temprano, además, ya que la temperatura de la mañana no acompañaba para ir hacia esa zona con los niños, pero como en el transcurso del día fue cambiando la temperatura, decidió quedarse en el parque.
Agregó que entrada la tarde hicieron unas chuletas y parte de un cordero que les faltó por cocinar temprano, y con eso finalizarían la tarde.
Por otra parte, José Alvarado llegó a compartir con sus hijos al parque a disfrutar de una tarde con las nueras y los nietos. Al igual que en años anteriores llegó desde temprano al lugar. Explicó que la noche de Año Nuevo estuvieron hasta tarde celebrando, por lo que durmieron un par de horas y salieron temprano para encargarse del fuego y los preparativos para el asado familiar.
Explicó que como es el mayor de su familia, tiene que ir enseñándole a los menores y nietos cómo se hacen los asados al aire libre, pero que no incluyeron más que alguna cerveza en la parrillada, “para no comer asado a pura bebida”.