Durante el verano el aeropuerto registra 1.600 operaciones mensuales y unas 1.100 en invierno. Con una altura de 37 metros, equivalente a un edificio de siete pisos, el aeropuerto de Punta Arenas Presidente Carlos Ibáñez del Campos tiene la segunda torre de control más alta de Chile. Un terminal, que de acuerdo al movimiento anual de pasajeros, es el cuarto con mayor tráfico en el país. Este terminal aéreo data del año 1950 y lleva el nombre de su impulsor, el Presidente de la época.
Con el paso del tiempo, el flujo de pasajeros fue creciendo y también las demandas. El año 2010 se inició la remodelación del terminal, con una inversión de 13 millones de dólares, para enfrentar el aumento del tráfico, tanto de embarque como de desembarque de pasajeros. En ese momento el aeropuerto de Punta Arenas movilizaba 500 mil pasajeros al año.
Esto permitió ampliar la plataforma de estacionamiento de aeronaves y la construcción de una torre de control de 37 metros de altura; una planta de aguas servidas y dos plantas de calefacción. El terminal de pasajeros también sufrió modificaciones.
Pingüino Multimedia tuvo acceso a la nueva torre de control donde el jefe del aeropuerto, Daniel Aravena, destacó las bondades de la nueva infraestructura y alta tecnología, “la misma que tienen los grandes aeropuertos del mundo”.
A diferencia de lo que ocurría con la anterior torre, que era muchísimo más baja y pequeña, Aravena explicó que “la nueva nos permite ver todo los umbrales y cabezales desde donde despegan los aviones y eso nos permite otorgar una mayor seguridad a las operaciones aéreas. La diferencia entre las dos torres es principalmente la altura y el equipamiento trajo las pantallas digitales y se modernizó todo el aparataje y equipos que usa el personal de tránsito aéreo”.
Durante el verano el aeropuerto registra 1.600 operaciones mensuales y unas 1.100 en invierno.