
El pasado mes de junio, la policía italiana detuvo a monseñor Nunzio Scarano, también conocido como “monseñor 500” por su afición a los billetes de color púrpura. Le acusaban de una operación de lavado de dinero que incluía, gracias a la ayuda de un ex agente de los servicios secretos italianos, el flete de una avioneta desde Suiza a Italia con 20 millones de euros en billetes grandes. La Guardia de Finanza lo detuvo unas semanas después, durante el vuelo de regreso de su viaje a Río de Janeiro. Según la justicia italiana, Nunzio Scarano había ideado un gran sistema de blanqueo de capitales consistente en hacer pasar como donaciones para los pobres grandes cantidades de dinero de procedencia ilícita que, una vez ingresado en las cuentas del IOR (el Instituto para las Obras de Religión, el banco del Vaticano), quedaba limpio.