
Capitanich respondió así a las declaraciones del presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, quien dijo que le “preocupa” el silencio de la jefa de Estado.
“Quiero saber cómo esta de salud, y me preocupa porque Argentina es una República que necesita de su presidenta, si fuera una monarquía tal vez no me preocuparía tanto”, declaró el titular de la influyente central industrial.
El jefe del Gabinete consideró que “no hay que efectuar ningún tipo de especulaciones en ese sentido” y aseguró que este lunes la presidenta lo visitó en su despacho en la Casa Rosada.
Fernández de Kirchner, de 60 años, interrumpió sus habituales participaciones diarias en actos públicos en octubre pasado, cuando se le detectó un hematoma en el cráneo y fue sometida a una neurocirugía. La recuperación de la operación y de un cuadro de arritmia coronaria le demandó unos 45 días y tras su regreso optó por concentrar gran parte de sus actividades en la residencia presidencial de Olivos, donde recibe a sus funcionarios.
La presidenta se tomó además unas largas vacaciones a fin de año en su residencia privada en la austral villa turística de El Calafate, desde donde continuó por teléfono su diálogo con sus colaboradores, según revelaron ministros.