
Tres robos en tres años fue la gota que rebalsó el vaso. Ayer, a eso del mediodía, Alejandro Sánchez se encontró con la desagradable sorpresa que antisociales habían desvalijado por completo su auto, pese a que estaba estacionado dentro de un recinto cerrado. Ni las extensas rejas, ni las chapas eléctricas pudieron evitar que un nuevo hecho delictual aterrorice a los vecinos del condominio ubicado en la población Silva Henríquez, frente al mall Pionero de Punta Arenas.
Según comentó la víctima, nadie vio ni escuchó nada. El delito sólo quedó al descubierto cuando el afectado salió de su departamento y observó que su vehículo no estaba donde lo había dejado la noche anterior. “No había nada. Salí a buscarlo y lo pillé a la salida de los block, 200 metros más allá de mi casa. Estaba reventado entero y como no pudieron sacar la radio rajaron completo el panel. Rompieron las chapas de la puerta y la de contacto, parece que la idea era robarse mi auto, pero no pudieron”, relató impotente Sánchez.
La supuesta seguridad que entrega el vivir en un condominio cerrado quedó nuevamente en el papel y las medidas para evitar hechos como éste parecen escasear. El joven, de 24 años, decidió arrendar en el lugar porque le parecía más resguardado y tranquilo, sin embargo, este desagradable hecho lo ha llevado a considerar el mudarse. “Llevo como tres años viviendo aquí, pero lo único que quiero es cambiarme de este lugar. Me quiero ir”, afirmó.
La principal tesis es que él o los antisociales habrían saltado la reja, y amparados por la oscuridad y los vientos que les brindó la noche magallánica, perpetraron el ilícito sin ser descubiertos. El joven aún no tiene muy claro si sucedieron así las cosas o no, pero cree que la primera intención de los hampones era llevarse su Chevette blanco con franjas negras.
“Estaba cerrada la reja, pero se dieron maña para entrar igual y reventar la chapa del auto. No sé si lo habrán echado a andar. Parece que lo movieron empujándolo, pero al parecer no alcanzaron a llevárselo. Ahora, lo destrozaron entero y lo dejaron tirado en un costado”, lamentó.
Reiterados robos
Según comentó Sánchez, esta no es la primera vez que ocurren este tipo de cosas en el sector. A él ya le habían robado otros dos automóviles, con el mismo “modus operandi” y más o menos en la misma fecha.
“Lo peor de todo es que no es la primera vez que pasa, esta es la tercera vez que me roban el auto. Primero me robaron un Toyota, después un Honda Civic, que fue el año pasado en esta misma fecha, y ahora me roban el Chevette”, dijo. Además, comentó que a sus vecinos también les han robado en otras ocasiones.
“La gente ya está chata con los robos de autos en el sector. Todos los vecinos se pusieron de acuerdo y juntaron un par de ‘lucas’ para instalar los portones. Claro, ahora no se los llevan, pero se roban las radios, los parlantes y lo que pillen”, reclama.