Dueño de restaurant natalino salva la vida a turista mexicano asfixiado. Una jornada de tour por la ciudad de Puerto Natales, casi termina en tragedia. Hasta el local “Parrilla Don Jorge”, en Puerto Natales, llegó el pasado domingo un matrimonio de nacionalidad mexicana con el propósito de cenar un buen plato de cordero magallánico.
Luego de una jornada larga de visitas por la comuna de Puerto Natales, en Última Esperanza, el matrimonio antes de retornar a su hotel, optó por una cena muy magallánica: cordero asado, plato típico que se comercializa en dicha localidad y que es especialidad del mencionado restaurant.
Ya habían sido atendidos, y comenzaban a degustar de la cena, cuando repentinamente el varón comenzó a evidenciar signos de asfixia, producto de la obstrucción de su sistema respiratorio por un trozo de carne.
Su esposa, de profesión enfermera, de inmediato comenzó a aplicar la maniobra de Heimlich (llamada así a la compresión abdominal, procedimiento de primeros auxilios que se aplica para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto).
Esta situación fue observada a través de las cámaras de vigilancia del local por el propietario del recinto, Jorge Pérez Magdalena, quien de inmediato fue en apoyo a la mujer, a quien le faltó fuerza para la aplicación efectiva de la técnica.
Dueño del local
Jorge Pérez Magdalena, propietario de “Parrilla Don Jorge”, en diálogo con Diario El Pingüino, y aún emocionado, relató que el momento vivido le trajo a la mente la primera vez que aplicó dicha técnica y que fue a su suegra, en una comida familiar.
Dijo que, afortunadamente, en esta segunda oportunidad los resultados fueron similares, pero que por momentos dudó si aplicar la técnica o llevar al paciente al hospital natalino, distante a sólo tres cuadras de su local.
Su mayor preocupación, confesó, fue cuando sintió que el ciudadano mexicano había perdido la respiración, por lo que aplicó en cuatro oportunidades la técnica de Heimlich, hasta lograr sacar el trozo de carne con el cual se asfixió el comensal.
Señalo que posterior a esto, tanto el cliente como su esposa, le agradecieron y destacaron la oportuna reacción que tuvo. Tras la despedida, la pareja le dejó la invitación para que éste y su familia se reencuentren en el futuro en su natal México.
Jorge Pérez, dueño del establecimiento donde se produjo el hecho, añadió sentirse muy emocionado, por cuanto una reacción tan oportuna permite salvar una vida, situación que lo llena de orgullo.
A contar de la experiencia vivida, ha impartido algunas instrucciones especificas a sus trabajadores a estar siempre atentos a este tipo de situaciones, que afortunadamente a través de las cámaras pudo observar para brindar así el apoyo vital a este matrimonio mexicano, de visita en la capital del turismo.