Claro que siempre bajo cierta reserva, porque si bien el magallánico cada vez se muestra más desinhibido, aún le cuesta entrar a una tienda y que lo vean comprando algo así. Debe ser por eso que este tipo de comercio se da más bien por las redes sociales. En Facebook encontramos algunas tiendas virtuales como: “Sexshop Velvet”; “Shopsex Punta Arenas”; “Sexshop Punta Arenas”
Detrás de una de ellas está Macarena Sepúlveda Montiel, ex estudiante de Ingeniería Comercial que en mayo del año pasado inició este negocio. A sus 22 años dice que “cada vez más magallánicos buscan sensaciones nuevas”. Al comienzo vendía por catálogo, entre conocidos, “pero después empecé a darme cuenta que daba dinero y empecé a traer cada vez más cosas. Primero lencería y luego productos más variados, como muñecas inflables”. Dice que se metió en esto porque se dio cuenta de que había una necesidad insatisfecha. Encontró lencería pero muy pocas tallas y por eso decidió traer estos productos.
Al consultarle por el tipo de clientes que recibe, dijo que “lo que más viene son hombres de entre 35 y 50 años. Más que nada llegan por probar, y compran lo tradicional como los vibradores y anillos, y muchos artículos para despedidas de solteros y solteras”.
Al principio tenía más mujeres de clientas pero con el paso del tiempo esa tendencia disminuyó.
Macarena no comparte eso de que hoy los hombres estén más desinhibidos a la hora de acceder a este tipo de comercio, “más bien yo creo que es un tema que antes no encontraban productos, porque muchos me dicen que buscaban bastante por internet”.
No piensa establecerse físicamente con un local, porque la gente le compra pero no quiere que se sepa y optan por la reserva. “Lo que sí me gustaría tener es una página web, pero instalarme en un lugar no me llama la atención”.