
Según el secretario de Estado, “lo que ocurrió ayer fue que habiendo cirujanos, habiendo pabellón, habiendo todas las facilidades para haber podido trasplantar a este paciente y haber dado buen uso, finalmente se perdieron”, agregó.
“Realmente es una vergüenza para nuestro programa de trasplante por el cual hemos trabajado intensamente todos estos años”, recalcó Mañalich. Para el ministro, “desgraciadamente en este hospital es muy difícil trabajar en horario extendido, a pesar de ser un centro de trasplante de referencia nacional, porque ha habido una dificultad permanente con los anestesistas que trabajan allí y que no han permitido que entren otros profesionales”, indicó.
En cuanto a las medidas que se deban tomar frente al caso, Mañalich aclaró que “debe tomarlas el director del hospital conjunto el subsecretario de redes asistenciales, Luis Castillo, entiendo que es un tema que van a conversar”, mencionó.
Según explicó la subdirectora médica del Instituto Nacional del Tórax, Gloria Ramírez, el procedimiento para el trasplante se activó cerca de las 3.00 horas del jueves, cuando se produjo una donación de órganos en Concepción.
“La anestesiología es una especialidad en falencia y más aún en este centro, porque es de alta complejidad. El staff es importante y hay que sostenerlo como corresponde, pero uno requiere de solidaridad para estas cosas. Todo lo demás estaba, el pabellón y el equipo quirúrgico, pero no había anestesista”, dijo.