Al terminar el juicio, los acusados pidieron perdón por lo que habían hecho y dijeron que estaban muy arrepentidos. La fiscalía pedía diez años de cárcel para Juan Carlos Guajardo Guajardo y Abraham Isaías Maldonado Montecinos, las personas que en agosto del año pasado protagonizaron el asalto del local comercial “El Kiosco”. Pero los jueces los sentenciaron a seis años de cárcel efectiva, sin beneficios.
La mujer que la tarde del 23 de agosto atendía el local relató en el juicio lo sucedido y entregó múltiples detalles referidos al robo del que fue víctima. A los jueces les quedó claro que ese día, aproximadamente a las 18 horas, atendía el establecimiento comercial de calle Enrique Abello Nº023 cuando fue intimidada.
“Sus dichos se hacen elocuentes, sobre la sorpresa y el temor que sintió, al entrar dos sujetos a su local, es capaz, hasta de repetir con precisión la dinámica de lo ocurrido, pues reproduce literalmente las expresiones de uno de los hechores, el que le señaló “hagámosla cortita”, extrae desde sus ropas una pistola y la apunta, al que en estrados reconoció, indicando que era Guajardo Guajardo, y el otro saca el dinero de la caja y lo coloca en una bolsa que portaba, aludiendo a Maldonado. También acota que como no había más dinero, los individuos huyen y ella misma llama a Carabineros”, dictaminó el tribunal en la sentencia.
Además, hacen ver que la víctima aporta otro certero antecedente: que los mismos sujetos, minutos antes, habían entrado al local comercial, preguntando por un papel que no compraron. Para los sentenciadores esto hace notorio que los delincuentes entraron previamente para ver el lugar en que iban a robar.
La misma mujer, aún aterrada por lo sucedido, entregó a Carabineros características físicas y de vestimenta de los asaltantes, lo que permitió su detención a instantes del atraco. Luego, cuando la SIP de Carabineros, realizaba diligencias, la víctima los reconoció en la unidad policial, como las personas que le habían robado mediante intimidación con la pistola.
Los acusados admitieron en el juicio su participación, incluida la utilización de una pistola para intimidar a la afectada y sustraerle el dinero que tenía en la caja de su local comercial, frente al Supermercado Unimarc. Dijeron que luego huyeron pero fueron interceptados por Carabineros cuando habían subido a un taxi.
Al cierre, ambos pidieron perdón por lo que habían hecho, y dijeron estar muy arrepentidos.