
Ayer, se realizó la lectura de sentencia, donde el fiscal jefe de Punta Arenas, Felipe Aguirre, señaló que se pedía una pena de siete años. “Si consideramos esta pena que impuso el Tribunal está en el grado precisamente que se peticiona por la fiscalía, que va de cinco años y un día a los diez. Si bien se impuso en el mínimo grado, es una pena que consideró que era un hecho grave y por ello no tiene beneficios y deberá cumplir de manera efectiva”.
Los hechos se remontan a la madrugada del lunes 8 de julio del año pasado, cuando Julio César Marín Valderas, en compañía de otros dos individuos ingresaron a una vivienda en la Población Cardenal Silva Henríquez de Punta Arenas, aprovechando que su propietaria se encontraba en Argentina. Una vez en el interior, los tres involucrados procedieron a revisar el inmueble, situación que alertó a uno de los vecinos, quien tenía conocimiento que la propietaria no estaba en Punta Arenas. Por esta razón, de inmediato fue a encararlos, momentosen que los tres desconocidos huyeron. A pesar de escapar, los propios vecinos lograron atrapar a uno de los implicados para posteriormente entregarlo a Carabineros. En esos instantes a Marín Valderas se le encontró en su poder varios elementos que estaban en el interior del domicilio.