La funcionaria informó que en ese período quedó embarazada, momento en el que “empezaron los malos tratos y hostigamientos de parte de la administradora Katherine Barrientos”.
“Primero amenazó que podía despedirme, pese a estar a plazo fijo y haber pasado automáticamente a fuero, pero me dijo que esto no lo iba a hacer, y así continué trabajando embarazada. Después que nació mi hijo (31 mayo 2013) aumentaron los problemas, y no me deja amamantarlo ahora que me reincorporé, me impone los horarios para que le vaya a dar pecho y esta semana me dijo que no podía salir”.
De esta forma Barría resume todo lo que ha tocado vivir en estos tres años, comentando que tras su reincorporación al terminar su postnatal, el 19 de diciembre, determinó denunciar lo que estaba viviendo a la Inspección del Trabajo.
Personal de la entidad se constituyó el 16 de enero, determinando diversas irregularidades, como que trabajaba siete días seguidos y descansaba el octavo, su problemática con la lactancia, que debía desempeñar labores en horarios nocturnos y que se le negó el beneficio a la sala cuna, estableció la paramédico.
Próximas acciones
“Me siento discriminada, ha sido difícil el tema, porque trae problemas en la casa, con mi hijo, y como mamá me cuesta amamantar, y mi hijo ha pasado hambre por esto, porque no puedo ir a mi casa”, dijo la funcionaria, quien, como dijo, tenía como primer objetivo atender a su pequeño, pero ahora acudirá al Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), no descartando igualmente realizar alguna acción judicial contra la Cormupa, porque “son muchos los daños”, precisó.
Otras irregularidades
La paramédico, se refirió igualmente a una serie de irregularidades que existen en la piscina, como falta de implementación en la unidad de enfermería y escasos recursos frente a una emergencia.
Recordó en este marco el accidente sufrido por un niño de 10 años, que se ahogó en la piscina, señalando que en ese momento por casualidad se encontraba un usuario enfermero, quien la ayudó a reanimarlo.
“De parte de mis colegas no recibí ayuda, el salvavidas salió corriendo y la enfermería está totalmente sin insumos, no está equipada, y lo único que hay es parche curita, y no había oxigeno para cuando regresó el niño, no había nada”, denunció, estableciendo que en estos tres años de desempeño en el recinto ha solicitado los materiales necesarios para desarrollar su función, principalmente para quienes se accidentan, pero se ha hecho caso omiso.
A su vez, dijo que existen productos químicos que se utilizan con frecuencia, sin adoptar las medidas preventivas por quienes se encuentran en el lugar, señalando que cuando estaba embarazada lanzaron cloro en polvo, y que en una oportunidad incluso debieron nebulizarla debido a la complicación sufrida por la inhalación del producto.
A su vez, explicó que funcionarios han sufrido otro tipo de enfermedades, como conjuntivitis e irritaciones, debido a los productos químicos.
“Bolsa de gatos”
Camila Barría igualmente hizo valer las denuncias realizadas por varios personeros e incluso concejales, como Julián Mancilla, quien menciona que en la Corporación Municipal existe “una bolsa de gatos”, informando que en la piscina “hay sueldos inflados y súper elevados, de gente que ni siquiera se presenta a trabajar”, enfatizó.
Opinión Cormupa
Diario El Pingüino intentó obtener la versión de la Cormupa, no obstante no hubo respuesta a los llamados telefónicos ni tampoco a los correos electrónicos.