
Consiste en una modificación al Código Sanitario que, en forma parcelada, generará cambios en la fiscalización y disponibilidad de los productos, según estimaciones del Ministerio de Salud, una baja de hasta 50% en el gasto en medicamentos por familia.
Desde ahora, la ley estipula que los doctores, aunque prefieran recomendar una marca en particular, deben incluir en su prescripción la denominación común del medicamento, a modo de información. Esto permitirá además que, cuando el remedio indicado tenga una opción bioequivalente, pueda ser intercambiado en la farmacia a solicitud del paciente. “Estamos preparados para este cambio. La comunidad médica está informada y en la página del Colegio Médico mantenemos una lista actualizada de los medicamentos que tienen la bioequivalencia demostrada y la vamos actualizando permanentemente”, explicó el presidente del gremio, Enrique Paris.
Además, sostuvo que el intercambio debe realizarse, eso sí, sólo con los medicamentos certificados. “Los pacientes tienen derecho a optar por remedios de menor valor y eso ocurre con los bioequivalentes, que son más baratos que los de marca y más seguros que un genérico copia que no tiene la certificación”, añadió.
Medicamentos.
Actualmente son 347 los remedios con esta condición. De ellos, unos 300 se venden en farmacias y los restantes son de uso hospitalario. La norma, además, modifica el petitorio mínimo, haciendo que su stock sea obligatorio en las farmacias, luego que fiscalizaciones detectaran su baja disponibilidad en el mercado.
Además, hace una semana que las farmacias comenzaron a etiquetar cerca de 70 mil productos por sucursal, para cumplir con la norma desde ayer.
Cabe mencionar que entre los aspectos que afectan al consumidor, queda pendiente la venta de remedios en góndolas, que será definida por reglamento y la venta de remedios en dosis fraccionadas.