
Además de la denuncia establecida, relató que sufría constantes agresiones físicas y sicológicas, inclusive que su propio la amenazaba de muerte.
Tras la denuncia, los detectives dieron con el paradero del presunto agresor, quien, en primera instancia negó lo sucedido argumentando que había sido un accidente. Horas después terminó por confesar la agresión reconociendo el brutal ataque.
El sujeto quedó a disposición del Ministerio Público por el delito de lesiones leves en contexto de violencia intrafamiliar.