
Según la autoridad, la población cuantificada de Chile, que corresponde a la suma de la población censada (15.758.682) más la población estimada en viviendas con moradores ausentes (583.247), es de 16.341.929 personas.
“Los moradores ausentes son residentes de viviendas censadas que se tiene evidencia que están habitadas, pero que no se encontró un informante idóneo”, explicó, asegurando que varios países también utilizan el método de incluir esos datos como México, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelandia.
Bajo ese contexto, subrayó que “el método de imputación de moradores ausentes no altera la caracterización de la población” desarrollada por el estudio y que por ello “es una base útil que no debe ser tirada a la basura”.
Según Coeymans, esta cifra es apta para su uso en políticas públicas, estudios e investigaciones y es comparable a los censos anteriores de 1992 y 2002.
De este modo, destacó que el error de captura de la información fue de 0.14% para los datos de hogares y 0.29% para los datos de las personas, y que “a pesar de los problemas que ocurrieron en el levantamiento, el impacto de estos no comprometió significativamente la calidad de los datos recolectados”.
Además, indicó que “estamos convencidos que hay dudas en las variables demográficas, por lo que hemos contemplado hacer un conteo de población para el 2016, tal como está estipulado en nuestra planificación”.
También informó que en 26 semanas más se obtendrá la cifra final de la población oficial, tras el proceso de “conciliación demográfica” que desarrollará la entidad a partir de los reportes de las estadísticas vitales del país.
El INE pondrá a disposición de todos los usuarios la información de la base de datos del proceso a través de internet en la página www.censo.cl.
Estos documentos están compuestos por tres tomos: población, vivienda, memoria y metodología sobre el proceso. Además, en agosto del presente año se entregarán la base de datos a nivel de manzanas urbanas y entidades rural.