El desarrollo del turismo es algo más que la proliferación de establecimientos hoteleros, gastronómicos, de diversión y transportes, lo que se trata es mostrar no sólo al turista sino también a quienes habitamos en la región, para que tengamos la oportunidad de conocer y comprender el entorno y medio ambiente en que se vive, permitiéndonos aumentar nuestros conocimientos y su cultura, además de la mejor comprensión del medio en donde se desarrolla la vida.
En Chile tenemos un ejemplo de la alteración de la naturaleza pensando sólo en el presente y careciendo de toda visión de futuro, pues hasta el siglo XIX el llamado “Norte Chico” era una zona feraz, cubiertas sus cerros con vegetación árborea, la cual fue destruída debido a su tala indiscriminada en beneficio de las actividades mineras y ello, unido al sobrepastoreo de ganado caprino, trajo como consecuencia la desertificación, transformando la naturaleza en forma negativa.
Pero ello no basta. Es necesario implementar estudios y llevar a la práctica muchos planes y medidas que nos demuestren primero a quienes vivimos aquí y luego a quienes nos visitan, que nuestras ciudades son lugares libres de contaminación además de hermosas. Es necesario mostrar que en ellas se tiene buena calidad de vida y es un agrado habitarlas, pero para que ello ocurra, se deben evitar en nuestras playas y costados de caminos el ser convertidos en basurales.
Nuestras plazas, avenidas y parques deben contar con hermosos prados y jardines y no como actualmente se observa en muchas de ellas en que no hay delimitación entre caminos interiores y prados. Hay sequedad en los céspedes y, a veces en árboles muestran un crecimiento deficiente; para evitar esto es necesario que se implementen formas de riegos automáticos para mantener la vegetación en buena forma y dar una agradable impresión.
Para conservar lo que tenemos no sólo debemos embellecer y mantener, sino también educar a nuestra gente para que no destruya lo existente ni la ensucie con grafitis que además de afear constituye una demostración de incultura.
El conservar significa también no destruir nuestros parques nacionales provocando incendios u otras calamidades.
La negativa intervención humana se constata al sur de Punta Arenas en donde existe un Río llamado “Río de los Ciervos” y el nombre lo debe, probablemente, porque en su cuenca habitaban huemules, que es el único cérvido de la Patagonia y poco más al Sur está el “Rio Leñadura”, y su nombre lo debe a que en su cuenca existieron bosques formados por el árbol denominado precisamente “Leñadura” y de los cuales ya no quedan especies que contemplar.
En la región tenemos fauna que está en peligro de extinción, como son los huemules, en animales cuadrúpedos, y los caiquenes cabezas coloradas, en aves, entre otras especies.
¿Qué debemos aprovechar en recursos y atractivos turísticos? En este aspecto nuestro gran potencial está representada por la naturaleza que no sólo es hermosa sino que también impresionante y es necesario darla a conocer porque el acceso a ella es muy limitado y quedan grandes zonas que aún son inaccesibles al ser humano, tanto por la lejanía cuanto por los altos costos que significa acceder a ellas.
Lo nuestro no sólo es para el turista extranjero sino que lo es igual para el nacional y el regional.
En la región, ¿Qué es lo que se puede mostrar? En primer lugar, la naturaleza.
Contamos con una naturaleza variada :
a) en lo terrestre, con praderas y montañas con hermosas configuraciones, cubiertas con vegetación propia de climas templados y fríos;
b) en lo acuífero, en agua dulce, con lagos, lagunas y ríos y, en agua salada, con el Estrecho de Magallanes, numerosos canales interiores y el Océano Pacífico.
Desde tierra se desplazan hacia los lagos y canales marítimos numerosos glaciares de los cuales se desprenden témpanos que flotan en las aguas dulces y saladas, todo de una innegable hermosura.
Es tanto y tan variado lo que nuestra región puede exhibir, sin embargo existe una realidad indismentible: es difícil acceder a estas bellezas naturales, principalmente por el factor pecuniario debido al alto costo de los medios de transportes o falta de vías camineras para acceder a muchas de ellas.
Para que nuestra región constituya realmente un atractivo que permita la concurrencia de personas extranjeras y nacionales, es tanto lo que hay que realizar, de modo que éste constituya realmente un polo de desarrollo de esta denominada “industria sin chimenea”.
Contemplemos nuestras ciudades, en especial, Punta Arenas, y nos encontramos que hace falta en forma imperiosa el contar con aseo y ornato en nuestras plazas, parques y calles. No es posible que el césped esté seco o casi seco por falta de riego oportuno, tecnificado y adecuado, como es el riego automatico mediante una red de cañerias; que los caminos interiores se encuentren bien delimitados en su trazado o que en otras partes los espacios abiertos sean sólo un tierral y el descuido en la mantención de árboles de ornato que se plantan.
En la entrada norte de la ciudad existe un humedal que aunque pequeño adolece de falta de cuidado y protección eficaz, siendo que es un verdadero tesoro de la fauna avícola silvestre.
La región se caracteriza por contar con una variada fauna terrestre, avifauna y fauna acuática, pero ¿Quiénes la conocen realmente?
Lo mismo de la flora terrestre y marítima.
Nuestro futuro turístico
Depende de todos nosotros en una labor planificada, en forma consensuada con nuestras autoridades y quienes habitamos la región. Labor que para ser eficaz debe ser realizada con visión de futuro, en donde se creen los espacios e incentivos que se ejecuten y la desarrollen.