El hermetismo se ha mantenido en la antesala de las designaciones, al igual que las negociaciones, reuniones y la conformación de un cuadro que parece no encontrar el ajuste que deje contentos a todos dentro de la Nueva Mayoría.
La semana que terminó tuvo al futuro ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, trabajando estrechamente con el nuevo subsecretario de la cartera, Mahmud Aleuy. Posteriormente, se reunieron uno a uno con los próximos intendentes, para conocer opiniones y arribar a definiciones.
En el caso de la Región de Magallanes, existiría consenso en cuanto a entregar cada gobernación provincial (Magallanes, Última Esperanza, Tierra del Fuego y Antártica Chilena) a un militante de los llamados partidos grandes: Democracia Cristiana (PDC), Partido Socialista (PS), Partido Por la Democracia (PPD) y Partido Radical Social Demócrata (PRSD). De esta manera, se pretende cumplir con aquello de los equilibrios políticos.
Con los nombres sobre la mesa de trabajo, entre los cuales se especula que podría considerarse a lo menos a dos mujeres, se espera que los nombramientos se den a conocer y se oficialicen en las próximas horas.
Seremis
Donde la situación es más incierta es lo que respecta a secretarios regionales ministeriales. El sábado, el nombrado intendente Jorge Flies se habría reunido con representantes de los partidos Demócrata Cristiano y Socialista, de manera de ajustar la nómina que debería darse a conocer a más tardar el próximo fin de semana.
Uno de los temas que ha entrampado las designaciones claramente tiene que ver con la intachable “hoja de vida” que debe presentar cada aspirante a autoridad.
Antecedentes
En una primera etapa, fueron los partidos políticos los que entregaron al equipo de Michelle Bachelet sus propuestas, acompañadas de los respectivos antecedentes judiciales, administrativos y académico-profesionales de los postulantes, apuntando a transparentar el mecanismo de designación.
De lo anterior, se conoció de una “declaración jurada simple” que se repartió, a lo menos en la Democracia Cristiana (DC), para ser llenada por cada uno de los aspirantes a cargos públicos. En ésta, los postulantes debían dar fe de que no tienen causas pendientes en la justicia, deudas comerciales (Dicom) u otras causas, evitando de esta manera ser cuestionados por la opinión pública y por la futura oposición, de tal forma de no repetir el capítulo de los subsecretarios cuestionados, que terminó con la renuncia de tres de ellos, antes de asumir el 11 de marzo.