No fue una entrevista sencilla, más bien fue una conversación que, por ratos, recorrió desde la niñez de César hasta el día antes de partir de viaje junto a su esposa y sus dos niñas.
Su madre, recuerda las ansias que su fallecido hijo tenía por llevar a su grupo familiar a El Calafate, lugar donde en muchas ocasiones participó como expositor tunnig, ya que él se dedicaba a pintar estos autos, y había cosechado en ese lugar muchos amigos. Esta profesión lo llevó a participar en varios eventos, tanto en Chile como en la Patagonia Argentina, dijo su madre.
Uno de los recuerdos que, entre tanto dolor que está pasando, logra sacar algunas sonrisas a la acongojada madre, es cuando de niño, en muchas ocasiones en las cercanías de su domicilio recogía restos de autos que llevaba para su casa y después los pintaba, marcando tal vez lo que finalmente sería la forma de ganarse la vida, y para lo cual se especializó con el pasar de los años.
Lilian, de religión evangélica, recuerda que con su primer hijo, César, sufrieron mucho, por cuanto ella lo tuvo como madre soltera, y su familia al conocer la noticia de su embarazo fue literalmente expulsada de su casa.
Oriunda de la ciudad de Valdivia, se vino embarazada a Punta Arenas, recuerda mientras mira una foto que se sacaron juntos en una visita realizada en Porvenir cuando él tenía no más de 10 años. “Siempre estuvimos juntos, pasamos de todo, pero siempre juntos”, recuerda la acongojada madre.
El viaje
Con mucha pena recuerda las palabras de su hijo días antes de viajar: “Mamá yo lo único que quiero es estar en Calafate con mis hijas. Una de mis nietas no quería ir, tal vez eran cosas del destino que sólo Dios sabe porqué pasan”.
“Sólo le desee suerte y reiteré el llamado a que condujera con precaución, a lo que me respondió que estuviera tranquila, que todo iba a estar bien, hasta cuando estaba en la iglesia y me avisan que había fallecido en un accidente”, dijo Lilian.
Hoy lo que le preocupa es el hecho que tengan que esperar hasta el miércoles, fecha en que sale los restos de César desde El Calafate con destino a Punta Arenas. Un feriado en ese país demora todo, y la angustia aumenta para la familia del malogrado conductor.
Entre las cosas pendiente que deja César Torres Bravo con su partida, es el haber limpiado su imagen, por cuanto se le acusó de un supuesto maltrato de su hijo que tuvo con otra pareja, hecho del que fue absuelto, y no tuvo responsabilidad, algo que hoy su madre hace público para que así él pueda descansar en paz.
En tanto, a primeras horas de hoy se espera el arribo de la esposa e hijas del malogrado conductor, quienes resultaron sólo con lesiones leves en este trágico accidente.
Por otro lado, anoche en el sector de Costanera con Croacia, una veintena de autos tunning llegó hasta el sector para recordar a César, muchos de ellos llevando en sus estructuras el arte y el talento de quien hoy descansa en paz.
“Siempre me dijo que moriría a los 33 años, igual que Jesús”. Estas eran las palabras que en vida César Torres Bravo le manifestaba a su madre, sin saber que era sólo un presagio que finalmente se cumplió, lamentablemente para la familia.
Lilian Bravo, madre de César, recibió en su casa a Pingüino Multimedi. El ambiente era de mucho recogimiento, amigos del malogrado amante de los autos, acompañaban a la mujer y su grupo familiar.
No fue una entrevista sencilla, más bien fue una conversación que, por ratos, recorrió desde la niñez de César hasta el día antes de partir de viaje junto a su esposa y sus dos niñas.
Su madre, recuerda las ansias que su fallecido hijo tenía por llevar a su grupo familiar a El Calafate, lugar donde en muchas ocasiones participó como expositor tunnig, ya que él se dedicaba a pintar estos autos, y había cosechado en ese lugar muchos amigos. Esta profesión lo llevó a participar en varios eventos, tanto en Chile como en la Patagonia Argentina, dijo su madre.
Uno de los recuerdos que, entre tanto dolor que está pasando, logra sacar algunas sonrisas a la acongojada madre, es cuando de niño, en muchas ocasiones en las cercanías de su domicilio recogía restos de autos que llevaba para su casa y después los pintaba, marcando tal vez lo que finalmente sería la forma de ganarse la vida, y para lo cual se especializó con el pasar de los años.
Lilian, de religión evangélica, recuerda que con su primer hijo, César, sufrieron mucho, por cuanto ella lo tuvo como madre soltera, y su familia al conocer la noticia de su embarazo fue literalmente expulsada de su casa.
Oriunda de la ciudad de Valdivia, se vino embarazada a Punta Arenas, recuerda mientras mira una foto que se sacaron juntos en una visita realizada en Porvenir cuando él tenía no más de 10 años. “Siempre estuvimos juntos, pasamos de todo, pero siempre juntos”, recuerda la acongojada madre.