
Cuando llegó a la estación, “algunos pasajeros estaban tirados en el piso y los atacantes seguían apuñalándolos”, relató el policía cuya rostro no fue filmado.
El policía hizo un disparo de advertencia y luego disparó contra un primer atacante “vestido de negro y con un velo” que esgrimía “un cuchillo de unos 60 ó 70 cm de largo”, dijo el policía.
“Cuatro atacantes corrieron hacia mí. Los maté a todos y luego herí a otro”, afirmó el agente convencido de haber “salvado muchas vidas”.“Hubo probablemente 15 segundos entre el primer disparo y el momento en que los maté”, afirmó. En el sangriento ataque de Kunming, sudoeste de China, resultaron heridas además 143 personas. El Gobierno acusó de la matanza a los “separatistas de Xinjiang”, una región del oeste de China, habitada mayoritariamente por los uigurs, musulmanes turcohablantes.