El ex tesorero de la Confederación Deportiva de Magallanes enfrenta mañana el juicio por apropiación indebida de fondos y falsificación de documentos, de lo cual se ha declarado culpable. Dos años y tres meses desde que se inició el proceso en su contra; un año y medio desde que cumple con el arresto domiciliario y pocas horas para que enfrente el juicio oral. Rubén Vargas ha estado contando el tiempo desde que se destaparon los abusos que cometió con los dineros de la Confederación Deportiva de Magallanes, de la cual era tesorero.
Tiene las fechas claras, guardadas en su memoria. El 10 de noviembre de 2011 fue descubierto, el 21 de diciembre de 2012 quedó con arresto domiciliario total y el 28 de agosto de 2013 la medida cautelar pasó a reclusión nocturna domiciliaria.
La siguiente fecha que Vargas no olvidará es la de mañana, cuando enfrenta el juicio oral por 115 delitos de falsificación y uso malicioso de instrumento privado mercantil y apropiación indebida.
Ayer, el ex tesorero concedió a Pingüino TV su primera entrevista desde que salió a la luz pública su caso.
En ella, contó que no sale mucho a la calle y que pasa los días en compañía de su familia - “doy gracias a Dios de que afortunadamente tengo el apoyo de mis hijos y mi mujer, nunca me han dado la espalda”, cuenta- su mascota y la televisión.
Fuera de ellos, Vargas no tiene a mucha gente más. Reconoce que, desde que fue descubierto “estoy prácticamente en mi casa todo el día y he estado mucho en soledad”.

- ¿Qué ha pasado con su círculo de amigos y su gente más cercana?
“He recibido muchas muestras de cariño de gente, gente que me conocía, no sólo de Punta Arenas, gente que hoy vive en el norte, pero ha habido mucha más gente de la que no he recibido una palabra de apoyo ni de aliento. Eso hace más difícil el quehacer diario y el día a día en mi casa.

- ¿Sientes que te dieron la espalda por lo que pasó?
“No sé si me dieron la espalda, yo lo he sentido de esa manera. En mi vida creo le demostré mucho cariño a la gente. Yo siempre me la jugué por amigos, y me la voy a seguir jugando. Y esa gente, a lo mejor ahora, por no querer entrometerse o venir a copuchar, como se dice en forma vulgar, no se ha acercado ni me ha llamado por teléfono. Yo los entiendo, no los culpo. La culpa es absolutamente mía”.

- ¿Usted reconoce, entonces, que cometió estas faltas?
“Me declaré culpable por los fondos de la Confederación Deportiva. Soy responsable y lo reconocí en el primer momento. Fui el primero en ir a presentar una declaración voluntaria ante el fiscal de Punta Arenas, donde reconocí mi error. Me estaba poniendo al servicio de la justicia para que dictamine”.

- ¿Usted está consciente del daño que provocó al apropiarse y malutilizar estos fondos?
“Sí, por supuesto. Yo, la primera vez que fui a la Fiscalía, que fue el 17 de diciembre de 2012, le pedí disculpas a toda la gente relacionada cpm el deporte y en general a la comunidad magallánica del daño que les hice. Estoy aboslutametne consciente”.

- ¿Qué fue lo que pasó por su mente en el momento en que estaba usando estos recursos?
“En un principio, cuando comencé a ir al casino, fue por la ansiedad de querer ganar plata, por eso empecé a hacer mal uso de estos recursos. Con posterioridad, seguí usando los recursos de la Confederación, en forma fraudulenta, pero ya no era para ganar plata para mí, era para recuperar lo que había sacado y poder reponerlo. Esa es la verdad”.

- ¿No sintió ganas de parar?
“No lo paré hasta que me sorprendieron, pero siempre lo hice para ganar premios importantes para recuperar los dineros de la Confederacón Deportiva, que yo sabía que no me correspondían y que eran mal habidos. Según el siquiatra, yo me transformé en un ludópata. Yo creo que es así. Me cuesta reconocerlo, que soy un ludópata, pero con el transcurso de tiempo y las entrevitas con el profesional, me he dado cuenta de que es así. Para mí era un placer estar en el casino, lo digo con todas sus letras, incluso sabiendo que más temprano que tarde me iban a sorprender”.

- Mañana comienza el juicio. ¿Cómo llega usted a enfrentar esta instancia?
“Me he preparado para decir la verdad. Lo mismo que te estoy diciendo a ti. Esto se destapó hace dos años y tres meses y yo nunca quise dar entrevistas. Nunca quise que parte de la ciudadanía piense que quiero victimizarme o darle margen a la gente para que piense, quizá con razón, lo peor de lo que puedo ser”.
El día del juicio llega algo más tarde de lo planificado originalmente. En enero de este año, tanto la fiscalía como el abogado defensor de Vargas pidieron que la instancia fuera pospuesta, debido al estado de ánimo del acusado.
Esta nueva fecha, Vargas la enfrenta con algo más de ganas. “Estoy ansioso de que llegue el día lunes”, dice.

- ¿Cómo se encuentra su estado de salud?
Obviamente, mi situación no es la misma que la de hace tres años. En la salud, si bien es cierto tengo enfermedades como diabetes e hipertensión y algunos problemas al corazón, he estado estable”.
A horas de enfrentarse a la justicia, Vargas aún espera que su arrepentimiento sea validado por las personas que dañó.

- ¿Valen de algo las disculpas a estas alturas?
“Yo creo que sí”.