En tan sólo dos días , Punta Arenas sufrió dos grandes pérdidas. Adolfo Nancuante y Domingo Tessier, magallánicos de nacimiento y de corazón, realizaron aportes invaluables a la cultura regional y nacional, dedicando sus vidas a su mayor pasión: el arte. Adolfo Nancuante Tureuna
El domingo, alrededor de las 21 horas, dejó de existir Adolfo Nancuante Tureuna, directivo de la Agrupación de Conjuntos Chilotes, Acochi, quien simpre luchó por mantener viva la cultura y el folclore de la isla. Fue el presidente del conjunto folclórico “Llauquén”, fundado el 2 de agosto de 1985, bajo el alero de Club Deportivo Cruz-Azul.
Este grupo lleva tres décadas de trayectoria, cultivando y conservando la gran variedad de estilos musicales que componen la riqueza cultural de las islas, como la pericona, el vals, la zamacueca, la malagueña y, por supuesto, la cueca chilota.
A lo largo de su vida, y debido a su gran trayectoria artística, recibió numerosas distinciones, tanto en la región, como en el resto de Chile y también en Argentina.
Su hijo Juan Carlos, precisó “mi padre debe ser recordado como un buen chilote y gran colaborador del deporte y la música folclórica”.
Su funeral se realizó ayer a las 15.00 horas con un oficio religioso en la Iglesia Nuestra Señora de Fátima. Sus restos descansan en el Cementerio Municipal de Punta Arenas.
Domingo Tessier
El destacado actor puntarenense, que se hizo reconocido al ser uno de los fundadores del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, falleció este lunes a los 95 años, dejando un gran legado en el mundo de las artes dramáticas de nuestro país.
Ayer al mediodía se realizó la misa fúnebre en memoria del actor, en la iglesia de La Gratitud Nacional, ubicada en Alameda 2387, esquina Ricardo Cumming, Santiago.
Con gran trayectoria y realizando todo tipo de labores artísticas y creativas, dedicó su vida al teatro y en pocas palabras se difinió de esta manera: “Mi éxito es estar contento conmigo mismo, con lo que he hecho, con mi esfuerzo. En Guatemala dijeron de mí que era un obrero del teatro. Eso, para mí, fue una condecoración, porque realmente así me siento: un obrero. Desde martillar hasta dirigir, no le hice asco a nada. He vivido mi vida del teatro, con altos y bajos, trabajando muy duro”. Descendiente de croatas, muy joven viajó a la capital del país para estudiar en la Escuela de Artes Aplicadas y Bellas Artes en la Universidad de Chile.
Carrera artística. En 1941 participó en la fundación del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, participando en una de las dos primeras obras montadas por la compañía, “Ligazón” de Ramón del Valle Inclán, en cuyo reparto aparece con su nombre de nacimiento (Domingo Mihovilovic). Con el Teatro Experimental trabajó en más de 200 obras teatrales, llegando a ser su director.
Además de las tablas, a las que les dedicó su vida, participó en algunas películas y teleseries, no sólo como actor, también como autor, guionista y director, como es el caso de la serie televisiva “Alguien por quien vivir” de 1982, en la que adaptó el guión y actuó.
En los últimos años se dedicó a dirigir su propia escuela, la Academia de Teatro de Domingo Tessier (que cerró en 2010 y actualmente corresponde al Espacio CEAT), y se desempeñó como Miembro de Número de la Academia Chilena de Bellas Artes.