
Un tribunal de Luisiana absolvió al estadounidense Glenn Ford, luego de recibir nuevas informaciones que prueban su inocencia en el asesinato por el que fue condenado a pena de muerte en 1984. Ford, de 64 años, estaba en una celda para los condenados a muerte conocida como “corredor de la muerte” desde 1988 luego de ser acusado de asesinar al joyero Isadore Rozeman, de 56 años, a quien había realizado ocasionales trabajos de jardinería, y al que siempre negó haber matado. A su salida de la prisión, Ford reconoció tener cierto “resentimiento” por haber pasado buena parte de su vida encerrado en la cárcel por un delito que, como ahora ha resultado probado, no cometió.