Gladys Navarro, una de sus hijas y sus nietos, permanecen como allegados en una pensión de Punta Arenas. La dueña de casa manifestó que lo único que quiere es volver a poner en pie su vivienda, para lo que solicitó ayuda con los materiales o con el retiro de escombros. Después del siniestro que destruyó su hogar, dejándola con lo puesto a ella y su familia, Gladys Navarro sólo espera volver a ver su casa en pie, en el mismo sitio donde se desencadenó el drama la madrugada del sábado.
Ayer, nuevamente recordó lo ocurrrido en calle José Argomedo 0555, Población 18 de Septiembre, una verdadera pesadilla que la mantiene de allegada en una pensión junto a su hija y sus pequeños nietos (de cuatro meses y cinco años). “Prendí el gas de la cocina y en el living tenía un calentadorcito y le dije a mi viejo ‘me voy a ir a acostar cinco minutos’. Y en eso cinco minutos no sé cómo la casa ya estaba en llamas, nadie alcanzó a sacar nada y todos salimos con lo puesto. El fuego se inicio en el living, al parecer se inflamó el calentador”, expresó la mujer.
Los nietos de Gladys van a la Escuela La Milagrosa y en el incendio lo perdieron todo, sus uniformes y útiles, por lo que sus hijos van a ver recién hoy si la comunidad educativa de dicho establecimiento educacional los puede ayudar de alguna forma. “No hemos tenido tiempo para hacer nada, yo mañana (hoy) tengo que ir a la municipalidad y tengo que hacer muchas cosas con mi hija. A ver si ellos o la gente me pueden ayudar con los materiales o con el retiro de los escombros, para así poder levantar mi casa como estaba. Gracias a Dios he recibido ayuda de todas partes en lo referente a ropa, pero lo único que quiero es levantar mi casa, porque estoy aquí de allegada y no hay como estar en su propia casa”.
Reconoce estar más tranquila, pese al difícil momento que viven ella y su familia. “Ahora estoy recuperada pero ayer estaba muy mal. Ahora estoy más tranquila y tengo que seguir adelante y hacer mis cosas como quiero, porque con llanto creo no voy a comer. Mi marido trabaja en las turbas, igual que mi hijo, pero en estos momentos ellos no lo van a poder hacer, ya que tienen que ayudar a desarmar lo que se quemó, su jefe eso sí igual los ha ayudado”.
Gladys expresó, además, su arraigo con el sector, porque “uno se creció ahí. Estoy como 30 años en esa casa y que me vaya a dormir a otra de golpe es difícil. Yo acá vengo sólo a dormir, pero me voy temprano para arriba porque quiero estar en mi casa, no importa como esté”, indicó.
En lo preliminar de la investigación se presume que el voraz incendio tuvo su origen el recalentamiento de un calefactor, situación que deberá periciar el Departamento de Investigación de Incendios de Bomberos.