Los dos goles a Universidad Católica le dieron aire a Patricio Rubio. El delantero rendía en el Torneo de Clausura, pero no era considerado en Copa Libertadores. Se especuló con una discusión con el técnico Cristián Romero y una mala actitud del atacante, algo que el propio jugador se encargo de explicar.
“Tuve un par de entrenamientos malos y en los partidos me faltaba un poco más de sacrificio y correr más por el equipo. Estaba haciendo goles pero me faltaba ayudar en el aspecto defensivo”, señaló en radio ADN el ariete, que lleva 11 tantos en el Torneo, uno más que Esteban Paredes.
Los goles, su actuación y la victoria levantaron el ánimo de Rubio, que no quiere dejar aquí su crecimiento. “Aún me falta mucho por dar. Demostré que puedo ser un aporte al equipo y que puedo ser titular”, sentenció el delantero azul.