El presidente del organismo, Yezid Navarro, cuenta que están trabajando para “mantener la estabilidad laboral de los trabajadores”, y que para ello mantienen un contacto periódico tanto con la gerencia de la empresa (controlada en un 85% por Gasco) como con las autoridades locales.
“Queremos que esto siga, que continúe, que se perpetúe por el bien de las personas”, dice Navarro, que reconoce que la realidad económica de la empresa es magra, por lo que es válido que evalúen no postular a un nuevo contrato de concesión.
“Lo que salió a la luz pública sobre la empresa está bien”, dice el dirigente. “Ellos tienen un contrato con el Gobierno y esta es una empresa privada”, dice.
Eso sí, Navarro dice que, como sindicato, tienen sus propias ideas para las próximas bases de licitación, que podrían publicarse a mediados de este año.
“Si la empresa recibe un mejor subsidio, nosotros igual vamos a estar supeditados a lo que diga la empresa. No queremos quedar en el aire, queremos quedar resguardados ante la ley; que la ley nos respalde”, dice.
Por ello, espera que en el nuevo contrato se incluya “un mejor sueldo base, que vaya de acuerdo a las condiciones laborales. Más descansos, mejores beneficios, como el bono de escolaridad”, dice.
Además, esperan que se certifique la experiencia laboral en el rubro. “Vamos a cumplir cinco años trabajando en esto”, dice el dirigente, “y queremos que el Gobierno certifique nuestra experiencia”, para poder postular a otros trabajos relacionados.