“Pensé que había dejado encendida la luz así que me levanté a mirar, pero al abrir la puerta del dormitorio de mi hijo, las llamas se me vinieron encima”, manifestó José Gómez, padre de la familia víctima del siniestro.
Un total de ocho personas fueron las damnificadas con el incendio que en los primeros minutos de ayer destruyó completamente una vivienda en el Barrio 18 de Septiembre, en calle Mariano Egaña 0221.
Los ocupantes eran el matrimonio formado por José Gómez Torres, funcionario de la Central de Abastecimiento del Hospital Regional; la esposa Mónica Hernández y los hijos Pablo, de 22 años; Carla, de 21; Camila, de nueve; Silvia, de siete, y los nietos Nicolás, de seis, y Leo, de tan sólo un año y medio, quienes lo perdieron todo. La voracidad de las llamas impidió a la familia poder salvar alguno de los enseres o ropa.
José Gómez relató que se encontraba en casa mirando un partido de televisión cuando repentinamente vio iluminarse el dormitorio de su hijo mayor (Pablo). “Pensé que había dejado encendida la luz así que me levanté a mirar, pero al abrir la puerta de la pieza las llamas se me vinieron encima”, relató. En esos momentos solamente atinó a cerrar la puerta y a decirle a su mujer que se levantara porque la casa se estaba incendiando.
De paso despertaron a la hija que estaba durmiendo en la pieza contigua, ya que de lo contrario la emergencia fácilmente pudo terminar en una tragedia de proporciones.
El fuego surgió en el dormitorio del hijo mayor porque la noche estaba tan fría que José Gómez decidió encender el calentador de “tiro balanceado” para que cuando Pablo llegara del trabajo (pasada la medianoche) encontrara tibia la pieza.