Desde diciembre de 2007 que Julio César Águila Barría se encuentra privado de libertad por el homicidio de Juan Ramiro Millacahuin Vivar, una acusación no compartida por la defensoría porque, a juicio del abogado Juan Ignacio Lafontaine, los golpes que su cliente le propinó a la víctima “no son idóneos para provocar la muerte”.
Ayer, al comienzo del juicio oral, Aguila Barría se acogió al derecho a guardar silencio y no declaró.
En esta causa, los jueces deben establecer si efectivamente fue homicidio lo que ocurrió a la 1.00 de la madrugada del 18 de diciembre de 2007, en el pasaje Pilar Bórquez de la población Octavio Castro de Puerto Natales.
Según la investigación del fiscal Iván Vidal, Juan Millacahuin, de 44 años, se encontraba en estado de ebriedad cuando discutió con Julio Águila. Este último lo terminó golpeando con las manos en la cara y una vez en el suelo lo habría agredido con golpes de pie en la zona frontal de su cabeza, “lo que provocó a Millacahuin un traumatismo encéfalo craneano cerrado grave y una hemorragia subaracnoidea extensa y hematoma  cerebral bifrontal que le causó la muerte”.
Posteriormente, el acusado huyó del lugar dando aviso parcial de su acción a personas con quienes se encontraba bebiendo en las inmediaciones del lugar previamente a la agresión que protagonizó, quienes constataron la muerte de la víctima.
El juicio oral concluirá hoy con la entrega del veredicto, lo que podría ocurrir en horas de este mediodía.