
Quisiera compartir con mis lectores el contenido de este correo que me llegara desde la capital azteca. En lo medular dice: “que el 2 de abril, durante la reunión del Grupo G7 integrado por EE.UU., Reino Unido, Canadá, Alemania, Italia y Japón, se barajaron conclusiones fundamentales, (1) que la economía mundial necesitaba un cambio; (2) que el FMI destinaría 500.000 millones de dólares para ayudar a las economías emergentes (países pobres dispuestos a colaborar); (3) luego vino una reunión privada entre Obama y Felipe Calderón el 16 y 17 de abril. Sorpresivamente el jueves 23 de abril, el presidente de México convocó a una reunión de emergencia con su gabinete y por la noche, José Ángel Córdova anunciaba por cadena nacional, la aparición del virus (influenza porcina) y medidas inmediatas como la suspensión de clases a todos los niveles en el Distrito Federal y el Estado de México. Mientras el 24 de abril, el G7 declara que la economía mundial debería ponerse en marcha este año y que se lanzarían todas las acciones necesarias. Finalmente, el lunes 27 de abril, la empresa farmacéutica Sanofi Aventis anuncia que “inyectará” 100 millones de euros en una nueva planta de vacunas y donaría 236.000 dosis a México, como apoyo al control de la enfermedad.
Hay que revisar las siguientes situaciones previas: por más de dos años, la industria farmacéutica a nivel mundial dio a conocer problemas financieros por baja venta de medicamentos; si no creas guerras, crea enfermedades (la economía mundial debía ponerse en marcha); México perfecto trampolín para lanzar la enfermedad, desde allí saldrían turistas a todo el mundo, curiosamente los países que reportan enfermos que estuvieron en México, y que están reforzando su cerco sanitario, son los que integran el G7, lo que ya más que raro, resulta sospechoso. El presidente anunció que la enfermedad es curable y siempre entrega cifras a medias, pero ¿dónde están los muertos y dónde están concentrados los enfermos? ¿Cómo no se contagian los familiares de los enfermos? ¿Cómo no entrevistan a los enfermos? ¿Por qué no da a conocer el nombre del retroviral que está curando a los enfermos? El virus más grande es la televisión, por allí nos enferman, nos matan o nos reviven”.