
Hace tiempo (no recuerdo exactamente cuándo), se instauró el Día del Alumno. Desde ahí, profesores, auxiliares, no docentes, directivos, se esfuerzan para hacer de ese día algo simpático: no es raro verlos disfrazados, imitando, actuando, cantando, en fin, todo lo que sea necesario para que niños y niñas te vean en una faceta distinta y pasen un rato agradable. Con el aporte siempre importante de los padres y apoderados, ese día subimos varios gramos más con el desfile de tortas, pizzas, completos, sellados y un “cuanto hay” que las mamás se esmeran en traer para alimentar a sus hijos y, de paso, aumentar los kilos que se van quedando en tu cintura como porfía que no desaparece... Es un día agradable, los muchachos se dividen por alianzas y preparan chistes, coreografías, cantos, mascotas y las discusiones inevitables al momento de dirimir quién fue el mejor...Así, entre risas, gritos, carreras y competencias, en cada comunidad educativa, se va tejiendo algo más importante que el currículo mismo: la confianza entre alumno y profesor...Porque por aquí pasa algo significativo en educación: el estrechar lazos (como decía El Principito) hace que cada contenido sea más significativo y los aprendizajes lleguen a buen puerto...Cuando entendamos esto (lo del afecto que puede más que las teorías a secas), los muchachos irán creciendo en confianza y en intelecto...El afecto lo es todo y, en esto (por lo menos), comparto la educación salesiana (aclaro que mi hijo Javier estuvo, eso sí, sólo un año...las cosas habían cambiado). Don Bosco decía “estudia hacerte amar”, el resto vendrá solo...Algo tan pequeño y tan grande a la vez... El día del alumno trae recuerdos, seguramente al leer estas líneas algún eco de tu pasado colegial golpeará tu memoria y te acordarás de los que te hicieron clases...No te olvides: “el recuerdo es un corazón que agradece” (gracias, otra vez Cura Muñoz)...Bastará un recuerdo y tu deuda estará saldada, o mejor, si te cruzas con el profesor del niño que fuiste, ve y salúdalo, verás cómo sus ojos se iluminan y el silencio será el mejor diálogo...Habrá un día en que con mejores condiciones, con mejores directrices y programas, con mejores autoridades, (sobre todo con mejores autoridades educacionales), con aportes verdaderos (no con las migajas con las que están celebrando resultados simce en la actualidad), todos los días en los colegios sean del alumno...Es una deuda que aún duele...Festejen, sonrían su precaria victoria, pero cuando la comparen con el resto, que no se les caiga la cara de vergüenza...Para ustedes, como siempre, un abrazo. Especialmente para todos los alumnnos de nuestra querida región....
P.S.: menos para los “cara de palo” que arman banquetes con migajas.