
Por el delito de tráfico ilícito de drogas fue formalizado ayer Claudio Aravena Flores, de 27 años, la persona detenida por el OS-7 de Carabineros cuando retiraba una encomienda que contenía dos kilos 84 gramos de marihuana paraguaya prensada.
La formalización estaba pendiente luego que el fiscal que investiga la causa pidiera la semana pasada un aumento del plazo de la detención. Fue en esta audiencia que el juez Juan Villa desalojó la sala impidiendo la permanencia de los medios de comunicación, prohibiéndose la divulgación de la identidad del imputado a petición del abogado defensor Juan José Arcos, pese a que la fiscalía no compartió la medida.
Ayer se vivió una situación casi similar porque si bien las audiencias son públicas, ésta se realizó al interior de la cárcel donde la prensa no pudo ingresar. Al término se pudo conocer que la formalización de cargos se realizó en una sala, sin mayores contratiempos, y donde el fiscal inició una investigación en contra de Claudio Aravena, por el delito de tráfico de droga. El imputado se acogió al derecho de guardar silencio y se estableció un plazo de dos meses para el cierre de la investigación, quedando en prisión preventiva por el tiempo que dure esta parte del proceso judicial.
En cajas de vino
La novedad de los dos kilos de marihuana es que, en esta ocasión, llegaron ocultos al interior de envases de vino, dejando de manifiesto el ingenio a la hora de contrabandear.
Pero los efectivos del OS-7 de Carabineros venían tras los pasos de esta persona, producto de una larga y sigilosa investigación, que arrojó como resultado el decomiso de dos kilos de marihuana paraguaya prensada que venían oculta en cajas de vino.
Lo que se supo es que esta persona había armado una red de distribución en diferentes poblaciones de la ciudad, para lo cual la persona detenida por la policía se contactaba con menores de edad quienes tenían por labor dosificar la droga para venderla mediante el sistema de microtráfico, según informó en su momento la policía.
La detención de Aravena era cuestión de tiempo. Esperaron que la encomienda, que venía a nombre de otra persona, cayera en sus manos. Cuando esto sucedió vino la detención y la confesión del inculpado.
El abogado defensor, Juan Arcos, dijo que su cliente se encuentra confeso, “así que esperamos que esto le ayude porque en el sistema penal actual la confesión es una fuerte herramienta para reducir las penas, la confesión puede ser un buen elemento cuando es un hecho que vas a ser condenado, debido a que todas las evidencias apuntan en contra del detenido. En ese caso es mejor confesar el delito”.
La marihuana incautada llegó a Punta Arenas en cajas de vino, roseada con café en polvo para evitar que los canes especializados en ubicar droga la detectaran, tanto en el aeropuerto como en su retiro de la empresa de encomiendas. Con el total de la droga se pueden elaborar cinco mil dosis, la que tiene un precio comercial en el mercado ilícito de cuatro millones de pesos.