
Lejos de la cadena perpetua que buscaba el fiscal Juan Agustín Meléndez para el llamado “Tío violador”, encontrado culpable de seis delitos sexuales en contra de los sobrinos, los jueces, Jovita Soto, Luis Alvarez y Gonzalo Rojas, terminaron imponiéndole 17 años de cárcel.
Aunque hasta ahora es la pena más grande aplicada a una persona en Magallanes en materia de delitos sexuales, desde la entrada en vigencia de la Reforma Procesal Penal, quedó un sabor amargo en el fiscal y el abogado querellante.
El acusado, de iniciales L.E.A.Ch, fue encontrado culpable de una violación reiterada y un abuso sexual en perjuicio de un sobrino de entonces 10 y 11 años.
A la extensa lista se suma un abuso sexual en contra de una sobrina de entonces siete años. También fue condenado de violación reiterada y abuso sexual en perjuicio de una adolescente, desde que tenía 14 y hasta los 18 años.
Y, por último, se le condenó al acusado de la violación de otra de las sobrinas.
La sumatoria de estos seis delitos hacía pensar que el autor recibiría la condena perpetua que estaba pidiendo el fiscal, o al menos se le impondría una pena mínima de 30 años. Sin embargo, los vaticinios judiciales no fueron asertivos ya que la justicia lo sancionó con 17 años de cárcel.
El abogado defensor, Ramón Bórquez, espera estudiar la sentencia antes de entregar un pronunciamiento definitivo. En todo caso, la pena se ajustó a lo señalado cuando se conoció el veredicto condenatorio, “donde dijimos que la sentencia fuera el mínimo legal, el que según nuestros cálculos era 15 años y un día”. Partiendo de la base de que si se aplicó una pena inferior a la solicitada por el Ministerio Público, el saldo es positivo dentro de la proporcionalidad.