
El parlamentario indicó que “la estrategia consiste en enviar notificaciones a las casas, recordando antiguos compromisos impagos, ofreciendo una gran oportunidad de ponerlos al día, aprovechando el descuento de los intereses, muchas veces muy abultados tras muchos años y abusivas tasas de interés”.
Lo más grave es que muchas de estas deudas ya están prescritas, vales decir que se han vuelto incobrables judicialmente hace mucho rato, por el transcurso del tiempo y la inexistencia de acciones oportunas para seguir su pago, lo que explica las enormes disminuciones en los montos que ofrecen las empresas de cobranza. “Se trata de fondos de inversión que han comprado carteras vencidas y castigadas a bajo precio a bancos o casas comerciales y que buscan recuperar cualquier monto del saldo, lo que constituye una ganancia comparado con el precio de adquisición de los créditos”, señaló