
Desde el martes que nadie sabía nada de ella. No estaba en su trabajo ni volvió a dormir a su casa. Tras casi 48 horas de su desaparición, su familia presentó una denuncia por presunta desgracia. Horas más tarde recibirían la terrible noticia: Carolina Beatríz Nahuelquén Castro, de 26 años, se había suicidado lejos de Punta Arenas, quizás, escapando de la causa que la llevó a tomar la drástica decisión.
Tras la denuncia de su familia, efectivos de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros comenzaron la búsqueda. Divididos en grupos, iniciaron el rastreo en varios sectores de la ciudad y sus cercanías. Uno de los puntos abordados fue, justamente, el del aeropuerto y sus alrededores, pasando por el parque Chabunco. Con la ayuda de personal de la Comisaría de Río Seco, avistaron un vehículo. Al acercarse, quedó en evidencia la triste escena.
De acuerdo con las primeras indagaciones, la mujer habría tomado su Hyundai marrón, patente WL-96.89, para dirigirse hasta los alrededores del ex Hotel Chabunco, en las afueras de la ciudad. Abrumada por una profunda depresión, que según trascendidos se debería a una ruptura sentimental, Nahuelquén tomó un trozo de género y se dirigió hasta un pequeño bosque a unos cuantos metros de la construcción, para posteriormente ahorcarse en uno de los árboles del lugar.
Al sitio acudió también personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) y funcionarios del Servicio de Atención Médica de Urgencias (Samu). Tras los peritajes de rigor y la posterior identificación del cuerpo por parte de uno de los familiares, el Servicio Médico Legal procedió a trasladarla hasta sus dependencias para realizar la autopsia.
Según se informó, la joven trabajaba a honorarios en el departamento de obras de la Municipalidad de Punta Arenas, hace poco más de un año. Era la menor de tres hermanos, vivía sola y era tremendamente decidida, llevando a cabo siempre lo que tenía en mente.