
Los vecinos de la población Santos Mardones, cuyas casas se encuentran en la ribera del Río Las Minas y que presentan alto riesgo de derrumbe por la cercanía de sus viviendas al cauce, se mostraron contentos por las obras de defensas fluviales que se están desarrollando en el sector de avenida Eduardo Frei, entre Ignacio Carrera Pinto y Manuel Aguilar.
“Me parece fantástico que estén arreglando esta zona, para el bienestar de todos los vecinos. Era algo que se necesitaba hacer desde hace mucho tiempo, por lo que me parece una buena medida y esperemos que terminen lo antes posible”, expresó Palmenia Segovia, vecina que vive hace más de 10 años en el sector y que esperaba hace mucho tiempo que se implementaran medidas para solucionar el problema.
Rosa Soto, cuya casa también se encuentra cerca del río, manifestó que “estoy conforme por las obras que desarrollan, porque nos sentiremos más seguros cuando haya crecidas en el río, si bien en los casi 20 años que llevo viviendo aquí nunca sufrimos una emergencia, la construcción nos dará más tranquilidad”.
Los vecinos consultados mencionaron que todo el problema de sus casas y, el consiguiente peligro al que están expuestos por la cercanía del río, se debió a las autoridades de la época que permitieron que se construyan las casas en una zona con cierto riesgo por la acción erosiva del agua.
Temas pendientes
Si bien valoraron las obras que se están realizando en su sector para ofrecerles mayor seguridad frente a posibles crecidas del Río as Minas,
todos los vecinos consultados manifestaron su preocupación frente a otros problemas pendientes en el sector, como la gran cantidad de basura acumulada en esa zona, sobre todo proveniente de gente mal intencionada que bota sus desperdicios en sectores eriazos.
Sumado a eso mencionaron la gran existencia de perros abandonados, que rompen las bolsas de basura, contaminando, y que constituyen un peligro para las personas que circulan por el lugar por el inminente riesgo de mordidas.
Por último, mencionaron el tema de la falta de luminarias, sobre todo en algunos sectores aledaños al río, lo que ocasiona que se transformen en focos de delincuencia e inseguridad.