
El día anterior, el jueves, la Central de Comunicaciones de Punta Arenas había recibido tres denuncias por vehículos robados a sus dueños. Dos fueron rápidamente ubicados faltando solamente el Terrano, color burdeo. El furgón estaba encargado a todas las unidades y por eso cuando una patrulla vio pasar por Lautaro Navarro un vehículo con las mismas características lo siguieron hasta lograr que el conductor se detuviera.
La persona que lo guiaba, y que en la audiencia de control fue identificada como Esteban Savareses, de 20 años, no solamente conducía un vehículo robado sino que más encima lo hacía en estado de ebriedad. Al igual que su acompañante Richard Agüero Marin.
Inicialmente, estas personas estaban siendo acusadas de robo pero, al parecer, el informe que llegó a manos del fiscal Felipe Aguirre no contenía antecedentes suficientes para formalizarlos por el delito de robo. A raíz de lo mismo, en la audiencia el representante del Ministerio Público les comunicó que iniciaba una investigación en su contra por receptación y, en el caso de Savareses, se le añadió el delito de manejo en estado de ebriedad.
No lo robaron
El abogado defensor de los imputados, Guillermo Ibacache, fue categórico: “ellos no robaron el vehículo desde la calle donde lo tenía el dueño”. Los antecedentes que maneja es que, al parecer, otras personas habrían sustraído el Nissan Terrano y lo dejaron abandonado en una pampa donde lo encontraron sus clientes, con las llaves puestas y las puertas abiertas. “Ellos (Savareses y Agüero) estaban en estado de ebriedad y lo tomaron para salir a dar una vuelta, hasta que fueron detenidos por Carabineros”.
Esta es la versión de los imputados. Ibacache les cree porque el fiscal no tuvo elementos para formalizarlos por robo y tuvo que hacerlo por receptación.
Sustracción
Carabineros reiteró el llamado a los conductores a tomar ciertos resguardos, como no dejar los vehículos con las llaves puestas. Es frecuente, por ejemplo, que muchas personas hagan esto apostando a una excesiva confianza. Es lo que aprovechan algunos para robar un auto y seguir “carreteando”, tras lo cual suelen dejarlos abandonados en cualquier lado, sobre todo cuando se quedan sin combustible.