
Asimismo, indicó que una línea nueva con mucho optimismo podría trasladar a 100 pasajeros diarios ante el desconocimiento del público. “Esto significa que durante los primeros meses vamos a tener que trabajar a perdida, con un subsidio diario de más o menos 16 mil pesos. Si a esto le sumamos el gasto en combustible o de las reparaciones que tengamos que hacer, entonces prácticamente no vamos a tener utilidades, por lo que pienso que no va a haber interés real por operar en esas condiciones”, expresó.
El microbusero indicó que la licitación les exigía andar como “relojito para cumplir con los recorridos en los tiempos estipulados, pero que era lógico pensar que con un parque envejecido, como el que existe en la ciudad, no todos los días podrán funcionar todas las máquinas”, manifestó. Según Gallegos, se debió haber subsidiado por lo menos a 16 máquinas, cosa que si una de ellas entraba a taller, por algún desperfecto mecánico, las demás pudieran cumplir con la frecuencia. “Si se ajusta tanto esto como piezas de un reloj es imposible que lleguemos a buen termino. No es que seamos negativos, pero la realidad lo está demostrando. No hay mucho que estudiar. No se necesita ser ingeniero en transportes para darse cuenta de esto. Además, hay otros imponderables como el clima que de alguna u otra manera, en invierno, no nos va a permitir cumplir con el circuito en 1 hora 20 minutos como se requiere”, puntualizó.