Un joven de 22 años, identificado como Felipe Solís Sánchez, falleció víctima de la influenza humana en Loncoche, convirtiéndose en la octava muerte por la pandemia.
Solís, que padecía además de una miocardiopatía de larga data, acudió el 19 de junio a la Clínica Alemana de Temuco, donde se le derivó a su domicilio con el respectivo tratamiento contra el virus. Sin embargo, su estado continuó agravándose hasta que el martes, a las 14.15 hora,s consultó en el hospital de Loncoche, donde residía.
Dado su precario estado de salud, el joven fue trasladado de urgencia al Hospital Hernán Enríquez Aravena de Temuco, ingresando a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció de manera repentina a las 00.05 horas de ayer a causa de una insuficiencia cardiaca derivada de la influenza humana.
El joven era estudiante del último año de Odontología en la Universidad de La Frontera y atendía pacientes en la Clínica Odontológica de esa casa de estudios, por lo que las autoridades sanitarias pesquisarán los contactos entre su familia y entre las personas que alcanzó a atender antes de agravarse.