
Estos cambios climáticos son sólo una muestra para formar conciencia que estamos viviendo sobre una corteza terrestre frágil y traicionera que en cualquier momento muestra su furia destructiva y que está cargada de elementos nocivos que están matando diariamente a muchas personas.
La contaminación de las aguas afecta a las plantas, los animales y a las personas debido a que gran parte de la población busca en las ciudades un lugar adecuado para vivir y esta concentración poblacional atenta contra la salud que se va deteriorando lentamente debido a varios factores, entre los cuales podemos mencionar la evacuación de las aguas servidas que se producen en los hogares, cuyos excrementos van directamente al mar y en su trayecto contaminan las aguas de ríos, lagos y canales con cuyas aguas se riegan plantaciones de verduras que se consumen diariamente.
En muchas ciudades aún se usa el sistema de evacuación de las aguas negras o excrementos residuales hacia el mar, contagiando sectores de plantaciones de alimentos con bacterias, parásitos y virus por la ví¬a del regadío los cuales una vez consumidos por la población pueden producir enfermedades gastrointestinales, cólera y tifoidea entre otras.
Los detergentes y elementos de limpieza hogareña poseen un alto grado de fosfatos y los residuos industriales que se arrojan a las aguas contienen plomo, níquel y mercurio, metales que son absorbidos por los moluscos y peces que luego consumimos con riesgo a contraer serias infecciones.
Hoy estamos alarmados por las enfermedades virales que estén causando estragos y preocupación en el mundo y aún no sabemos qué nos depara el futuro, si no cambiamos nuestros hábitos de vida, empezando por cuidar el medio ambiente que habitamos.
HUGO PEREZ WHITE
Rut 2821478-2